El amor no se irrita. Frente a las circunstancias difíciles en tu matrimonio, decide reaccionar con amor en lugar de irritación. Hoy queremos invitarte a hacer una lista de las areas en las que necesitas añadir un margen en tu agenda. Luego enumera cualquier motivación equivocada que debas eliminar de tu vida.
Mejor es el lento para la ira que el poderoso y el que domina su espiritu, que el que toma una ciudad...(proverbios 16:32)
Las interrelaciones humanas son el área que mayores posibilidades nos ofrece para el desarrollo personal, y de estas, las relaciones de pareja son particularmente interesantes.
Sucede que cada ser humano es un universo en si mismo, y en algunas ocasiones no nos conocemos plenamente. Al interactuar con otra persona a nivel emocional se ponen de manifiesto algunos detalles de nuestra personalidad y nuestro comportamiento que de otra manera tal vez hubieran pasado desapercibidos.
Esto es especialmente cierto a medida que la relación avanza, los lazos se vuelven más profundos y nos conocemos mejor mutuamente.
Recordemos que siempre nos manejamos entre las percepciones de quienes los demás piensan que somos, lo que creemos que somos y lo que realmente somos.
Lo que los demás piensan que somos es por lo general la idea que se han formado de nosotros según han observado, principalmente, nuestro comportamiento.
Mientras que lo que creemos que somos es la idea que tenemos de nosotros mismos desde lo que percibimos es nuestro desenvolvimiento en el medio en que vivimos.
¿Encuentra alguna coincidencia entre ambos?, es sencillo, ambos tienen que ver con lo que "hacemos" y la idea es que intentamos definir lo que "somos". Cada vez que nos hacemos ideas sobre lo que es una persona partiendo desde lo que hace por lo general nos encontramos con sorpresas y necesitamos hacer ajustes.
Lo que realmente somos es nuestra esencia, aquello que está más allá de las formas y los acondicionamientos, algo que cada ser humano necesita descubrir por su propia cuenta. Es independiente de como elegimos actuar, pero tiene todo que ver con nuestra realidad. Sobre esto compartiremos en otra ocasión.
Por lo general las personas deciden iniciar una relación de pareja después de compartir cierto periodo de tiempo durante el cual fue naciendo un sentimiento y parecieron percibir que son "compatibles". Esta percepción se fundamenta principalmente en el trato recibido que tiende a ser agradable, considerado, delicado y afectuoso.
Durante este compartir se conocieron desde lo que hacen el uno por el otro.
Existe otro factor importante a considerar aquí, el estimulo que produce una persona que nos resulta atractiva despierta en nosotros la intención de mostrar y dar solo lo bueno que tenemos, aunque esto no necesariamente refleja lo que realmente somos, es lo que mostramos y lo único que la otra persona puede (o quiere) ver por los momentos.
A medida que la relación avanza y conocemos más de la otra persona nos da la impresión que algo ha cambiado en el o ella. Pero, ¿Realmente cambió algo, o simplemente comenzamos a ver las cosas como son?.
En este punto es importante considerar un par de mitos que generalmente acompañan a las relaciones de pareja, el primero es: "¡Las cosas nunca son como al principio!"
Es aquí cuando comienzan a ponerse en evidencia los factores que influyen en los supuestos cambios que se reflejan en una relación de pareja. Recordemos que en la vida lo único constante es el cambio, y una relación que permanece estática necesita ser analizada con mayor detenimiento que otra que evoluciona.
Es importante considerar que normalmente la primera atracción que sentimos por otra persona es a nivel físico, y a medida que esta atracción disminuye podría comenzar a sentir que hay algo diferente.
Tal vez no sea tan obvio, pero uno de los propósitos de las interrelaciones humanas es conocer quienes somos con respecto a otra persona. Es como si nuestro potencial para conocernos estuviera escondido esperando ser descubierto.
Las relaciones de pareja nos ofrecen la oportunidad de redescubrir y compartir el Amor al experimentar compasión, gentileza, unidad y aceptación, entre otros. Todas estas experiencias, y principalmente como reaccionamos ante ellas nos ayudan a redescubrir quienes somos en realidad.
Estas relaciones también nos ayudan a reconocer nuestra consciencia de seguridad. Al inicio de una relación es común sentirse vulnerable ante una persona, hasta hace poco extraña a nosotros y, que ahora conoce "tanto" de nosotros.
Aunque parezca extraño, ese sentimiento de vulnerabilidad podría servirnos para encontrar nuestra verdadera seguridad interna, al compararla con la ilusión de inseguridad que parecemos sentir.
Al reconocer y aceptar este aspecto de las relaciones, es sencillo asumir nuestra responsabilidad y dejar de juzgar y exigirle a nuestra pareja, permitiéndonos disfrutar de cada momento de la relación por lo que ofrece.
Muchas veces el trato que nos dan otras personas, y esto es particularmente cierto con las parejas, refleja como se sienten ellas internamente. Conociendo esto estamos en una posición desde la cual les podemos ayudar a reconocer primero la causa y apoyarles para superarla brindando un mayor nivel de armonía a la relación.
Considerando todo esto podríamos decir que es cierto, las cosas nunca son como al comienzo, en realidad siempre pueden ser mejores.
El otro mito a considerar es: "¡Mi pareja es mi media naranja!". Esto es simplemente una ilusión, cada ser humano es un Ser completo en si mismo.
Una persona que inicia una relación de pareja porque cree encontrar a alguien que le completa, está iniciando la misma desde la carencia, con sus naturales consecuencias.
Al considerar que otra persona nos completa le cargamos con la responsabilidad de hacernos sentir plenos, y a la vez asumimos una posición de inferioridad.
Cuando nos reconocemos como seres completos nos sentimos seguros nos solo ante cualquier relación sino también ante cualquier situación en la vida.
Recordemos que uno de los propósitos en una relación de pareja es re descubrir el Amor que llevamos dentro y aprender a compartirlo. Entiéndase que ya lo tenemos, no hace falta nadie que nos lo dé ó complete, pero si es agradable compartirlo.
Obviamente al atravesar etapas, una relación se va modificando y el trato entre sus miembros también. Pero esto no ocurre de la noche a la mañana, como todo en la vida es también un proceso que ocurre gradualmente, solo que algunas veces no estamos lo suficientemente alertas para identificar las causas.
Veamos algunos de los detalles que influyen para que una pareja modifique la manera en que se tratan sus miembros.
Al principio no solo queremos mostrar lo bueno, sino que también queremos ver "solo" lo bueno de la otra persona también. Esto no quiere decir que necesitamos ir buscando defectos donde no los hay, por el contrario, si miramos la esencia solo veremos atributos positivos. El detalle está en que algunas veces no permitimos que nuestra esencia se exprese plenamente.
A medida que transcurre el tiempo es natural que sucedan ciertas situaciones que de alguna manera nos incomoden, esto puede ser algo que nuestra pareja haga, diga o sienta.
Si somos sinceros y lo reconocemos y aceptamos en su comienzo, podremos darnos cuenta que esto de alguna manera comienza a crear resistencia en nosotros hacia algunas de las acciones de nuestra pareja.
De lo que elegimos hacer al reconocerlo depende como nos afecta. La mayoría de las personas maneja las señales de resistencia ignorándolas y pretendiendo que todo está bien. Tal vez se dicen a si mismos "Estás siendo demasiado exigente, nadie es perfecto" o simplemente "Olvídalo, no es nada".
El ignorar estas señales de resistencia en vez de revelarlas a nuestra pareja para tratar de resolverlas, podría llevar a que se acumulen pudiendo generar resentimiento.
Si permitimos que lo que al inicio apareció como una pequeña resistencia crezca, y en el proceso acumule resentimiento esto podría generar roce en el trato diario.
Pero, ¿Cómo puede algo tan sencillo crecer y complicarse tanto?. ¿Recuerda como al principio establecíamos la diferencia entre los que "hacemos" y lo que "somos"?, tiene que ver exactamente con eso. Nuestros sentimientos y emociones están más cerca de lo que somos, por eso nos afectan más.
Y por eso también al sentir resentimiento, lo que antes simplemente nos incomodaba ahora nos altera, nos hace sentir críticos, hostiles, frustrados y por supuesto en esas circunstancias al Amor que sentimos hacia nuestra pareja le cuesta fluir y tal vez prefiramos alejarnos y protegernos detrás de una "cerca emocional".
De allí la importancia de compartir con nuestra pareja nuestros sentimientos y emociones y tener la suficiente confianza para comunicarle como nos hacen sentir sus acciones. Al hacerlo tenemos la oportunidad de disolver situaciones y hacer los ajustes necesarios para mejorar, de otra manera continuarían acumulándose y transformándose pudiendo llegar a generar rechazo hacia nuestra pareja.
Si se permite que las cosas lleguen este punto se complican, pues el rechazo implica separación, física, emocional o ambas, pero principalmente separarnos de nuestros sentimientos hacia nuestra pareja.
Esta etapa ocurre cuando permitimos que se acumule tanta resistencia y resentimiento que nos cuesta sentirnos cómodos al permanecer conectados emocionalmente con la otra persona y preferimos separarnos. Esto puede ocurrir de dos maneras.
De manera activa, amenazamos con irnos, rehusamos cooperar, pasamos mucho tiempo alejados o ante una discusión simplemente nos vamos.
Y también de manera pasiva, permanecemos tiempo extra en el trabajo, no le dedicamos tiempo a nuestra pareja, le evadimos, no estamos de acuerdo con nada que dice, o no le atendemos cuando nos habla.
Si permanecen juntos durante esta etapa la relación se volverá muy incomoda o muy aburrida, dependiendo si se ha adoptado el rechazo activo o pasivo.
Esta es una etapa delicada, y difícil de superar a menos que se logre una buena comunicación y se logre hablar sinceramente y resolver el sentimiento de rechazo, de otra manera esto podría conducir a la represión.
Esto ocurre cuando se llega a estar cansado de resistir, resentir y rechazar, y pareciera que las emociones se duermen. Es una manera de reprimir las emociones negativas, de manera consciente o inconsciente, para intentar sentirse cómodo. Normalmente se intenta encontrar la manera de justificar el sentirse así, pero es solo una manera de engañarse.
De permitirse llegar a este estado, el mismo afecta las otras áreas de su vida y tal vez trate de engañarse queriendo pensar que "todo está bien". En este punto es importante recordar que las cosas no siempre son como parecen.
El primer paso para resolver cualquier situación es reconocer que existe una situación deseable de mejorar, de otra manera, solo por negarla no va a dejar de existir.
Recordemos que generalmente el trato que nos dan otras personas refleja como se sienten ellas internamente, si el trato con su pareja ha cambiado y alguna de las situaciones mencionadas anteriormente le resultan familiares, establezca comunicación con su pareja e intente ventilar como se sienten ambos con respecto al otro, reconozca como validas las opiniones de su pareja (desde su punto de vista lo son) e intenten encontrar juntos una salida.
Lo ideal es la prevención, y esto se logra conversando con nuestra pareja sobre como nos sentimos en el instante que notamos tensión emocional por primera vez en la relación. Al compartir sobre lo que verdaderamente sienten se sientan las bases para construir una relación sólida.
El compartir sinceramente sobre nuestros verdaderos sentimientos abre las puertas a la confianza, el respeto, la comprensión y principalmente al Amor.
martes, 27 de octubre de 2009
El Desafio del Amor.... Dia 6 de 40
Etiquetas:
a prueba de fuego,
amor,
compromiso,
consejos,
convivir,
enojo,
matrimonio,
paciencia,
pareja,
prestar atencion,
relacion,
slucion,
tiempo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario